El miércoles, Estados Unidos condenó la sentencia de muerte dictada por el Tribunal Revolucionario iraní contra el famoso rapero iraní Tumaj Salehi. Se le acusa de participar en los disturbios en Irán.
“Una vez más condenamos el uso de la pena de muerte por parte del régimen iraní como medio para suprimir los derechos humanos y las libertades fundamentales. Seguimos siguiendo de cerca las noticias sobre el estado del señor Salehi”, dijo el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel, mientras respondía a las preguntas de Turan en la sesión informativa.
Salehi, de 33 años, fue arrestado en octubre de 2022 después del apoyo público a las protestas a nivel nacional derivadas de la muerte policial de Mahsa Amini, una mujer iraní de 22 años que fue arrestada acusada de no llevar el hijab “correctamente”.
A finales de 2023, dos semanas después de que se le concediera la libertad bajo fianza, Salehi fue recapturado y encarcelado durante seis años y tres meses, pero se salvó de la pena de muerte gracias a un fallo de la Corte Suprema.
Su abogado, Amir Raisyan, afirmó el miércoles que el Tribunal Revolucionario de Isfahán dictó la pena de muerte por un nuevo cargo de “corrupción”, ignorando la decisión anterior del Tribunal Supremo.
“Vimos estos datos interesantes”, dijo Patel. “Estamos hablando de una persona que enfrentó torturas y otros tratos brutales en prisión. Este es otro ejemplo de las terribles y generalizadas violaciones de derechos humanos del régimen iraní”.
El miércoles, el presidente estadounidense, Joe Biden, firmó la ley de seguridad nacional aprobada por el Congreso. La ley incluía nuevas sanciones contra Irán por los abusos de derechos humanos de Teherán.
La pregunta de Turan: “¿Cómo implementará la administración la nueva ley? ¿Están preparados para perseguir directamente al líder supremo de Irán?” En respuesta a su pregunta, Patel evitó una respuesta directa. Dijo que “tenemos una serie de herramientas a nuestra disposición que nos permiten responsabilizar al régimen iraní”.
