Temen que se repita la operación “Venganza” en Ereván
Ereván se apresuró a emitir una amplia declaración de mantenimiento de la paz sobre las heridas sufridas por el guardia fronterizo azerbaiyano, el teniente Rovshan Mammadov, en el distrito Gubadli de Azerbaiyán. El oficial resultó herido el 10 de abril alrededor de las 15:20, y Ereván admite que los guardias fronterizos azerbaiyanos intentaron impedir que dos personas que llevaban un rebaño de ovejas al territorio de Azerbaiyán cruzaran la frontera al ciudadano armenio. El rebaño y los pastores regresaron al territorio de Armenia.
Es difícil imaginar que dos lugareños con 200 ovejas se hayan perdido en su tierra natal por un día.
La prisa de Ereván se explica por el temor a que se repita la operación “Venganza” del ejército azerbaiyano, como ocurrió el 12 de febrero de 2024, cuando los armenios hirieron a un guardia fronterizo azerbaiyano. En ese momento, el 13 de abril, como resultado de la operación de represalia “Venganza”, cuatro combatientes de la organización militar voluntaria no oficial de Armenia murieron y seis combatientes resultaron heridos. Así, desde su posición se dispararon contra los guardias fronterizos azerbaiyanos. También resultó herido el comandante del cuerpo especial del ejército armenio, Armen Gozalyan.
Para evitar una operación de represalia por parte de Azerbaiyán, el Servicio de Seguridad Nacional de Armenia emitió una declaración: “Las tropas fronterizas del Servicio de Seguridad Nacional de Armenia proponen realizar una investigación junto con las tropas fronterizas de Azerbaiyán. Las tropas fronterizas de la República de Armenia están llevando a cabo su propia investigación y se proporcionará información adicional sobre los resultados”, dijeron en Ereván.
Esta vez, la declaración de Armenia se expresó en un tono de disculpa, a diferencia de la declaración de febrero. En aquel momento se puede decir que inmediatamente después de la lesión del guardia fronterizo azerbaiyano, en la prensa del país vecino se difundieron acusaciones sobre la culpa de los azerbaiyanos. No quieren que se repita la “venganza” en Ereván.