Estados Unidos no acepta las acusaciones de Rusia y las considera “propaganda que justifica la agresión contra Ucrania”.
Estados Unidos negó el martes las afirmaciones de funcionarios rusos de que los países occidentales, incluida Ucrania, tuvieron algún papel en el ataque a una sala de conciertos cerca de Moscú que mató a 139 personas.
“Esto es una mentira descarada. No hay pruebas de la implicación de Ucrania en esto”, dijo el representante del Departamento de Estado, Matthew Miller, al periodista de Turan en una sesión informativa.
Alexander Bortnikov, director del Servicio Federal de Seguridad de Rusia, dijo el martes que Moscú cree que el ataque terrorista fue “preparado por radicales islamistas con la ayuda de servicios especiales occidentales”.
Estos comentarios de funcionarios rusos, incluido el presidente Putin, son simplemente propaganda destinada a justificar la agresión contra Ucrania, señaló Miller.
El secretario de Estado, Anthony Blinken, también habló sobre el ataque terrorista en Moscú. “El horrible ataque cerca de Moscú hace unos días es un recordatorio de que ISIS sigue siendo una fuerza potencial y tendremos que luchar contra él”, dijo Blinken durante una reunión con el Ministro de Asuntos Exteriores iraquí, Fuad Hussein, en el Departamento de Estado el martes.
