Estados Unidos y Francia no aceptan las realidades de la posguerra en Azerbaiyán, mientras que Rusia sí
Bakú está enojado porque la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa privó a la delegación azerbaiyana del derecho de voto por iniciativa de los diputados alemanes. Esta decisión fue tomada por iniciativa del diputado alemán, miembro del partido del Canciller Scholtz.
Así lo afirmó el jefe de Estado Ilham Aliyev el miércoles al recibir a un grupo de empresarios alemanes.
“¡¿No es esto un doble rasero o es un juego que jugamos con nosotros?! La Canciller alemana demuestra imparcialidad, sus declaraciones y acciones lo reflejan. El miembro del partido que dirige quiere distanciarse de Azerbaiyán, uno de los dos países no cristianos de PACE, y lo hace de manera demostrativa y decidida”, expresó Aliyev su enojo.
“Hemos decidido no participar en las sesiones de esta institución. Porque si no tenemos derecho a expresar nuestra posición, ¡¿por qué deberíamos estar ahí?! Si dentro de un año no se restablecen los derechos de nuestra delegación, podremos considerar seriamente la cuestión de nuestra retirada total del Consejo de Europa”, dijo Aliyev.
Más tarde se enojó porque los medios de comunicación alemanes presentaron a Azerbaiyán como un país despótico donde las libertades no están garantizadas, donde la gente es encarcelada por sus opiniones y donde gobierna una dictadura.
“Esto es una completa mentira”, dijo Aliyev, señalando que el embajador alemán que trabaja en Azerbaiyán fue testigo de los procesos en Azerbaiyán.
Más tarde acusó a Azerbaiyán Occidental de presionar a Bakú cuando liberó sus tierras por medios militares. En ese momento mencionó a Francia y Estados Unidos.
“Creo que Rusia comprende lo que está sucediendo ahora y acepta las nuevas realidades. Estados Unidos y Francia deberían hacer lo mismo. De lo contrario, la situación no será la que habían planeado”, afirmó Aliyev.
